Es una torre-castillo que sirvió de defensa a las murallas de la villa, en la parte occidental, a espaldas del gran castillo y sus torres, que defendía la parte norte del pueblo. De planta cuadrada, a imagen y semejanza de los que se construyeron en el norte de Italia y de los pirineos catalanes en los albores del románico.

Podemos diferenciar dos épocas en su construcción y estilo.

La primera corresponde a un románico de transición (finales del s.XII y principios del s.XIII). Pertenecen a ellas las ventanas emparejadas y el arco de la fachada oriental. En las enjutas de las ventanas superiores del lado oriental aparece la imágen del Salvador, de características románicas, y que posiblemente fue aprovechada de algún otro edificio.

La segunda que data del siglo XIII al XIV aparece en las ventanas del primer piso así como la imágen de San Benito, que se encuentra encima del balcón oriental, inscrita en un gablete muy apuntado y rematado con un florón.

Se piensa que esta torre pudo pertenecer a un monasterio (de ahí la imágen de San Benito) y durante mucho tiempo se llamo ‘torre abacial’.

A los pies de esta torre, se encuentra un algibe de aguas pluviales destinado a abastecer del preciado líquido a los habitantes del lugar.